Estacion Victorino

El cerro las rosas es como una ciudad dentro de una ciudad, apenas llegue a córdoba me llamaba mucho la atención este barrio con su calle llena de negocios, y la particularidad de que los autos estacionan en la vereda. Este bar es un sobreviviente de hace años, porque la Rafael Núñez ya no es lo que era, pero él, con su tractor en la puerta sigue marcando la diferencia. Acá generalmente se suelen juntar grupos o amigos grandes, pero también hay un poco de juventud de vez en cuando, es que sentarte a ver pasar la gente es un clásico de todas las edades, al mediodía también va mucha gente a almorzar, sobre todo los que trabajan por el lugar, no es económico pero no decepciona y el ambiente es muy lindo, sino podes ir a la tarde a tomar algo fresco o frio según el día, o ya mas a la noche a picar algo con amigos y tomar algo, el lugar es bien tranquilo y bastante formal. Recomendado para un día de semana que queres hacer algo distinto o salir de la rutina

Desde que tengo uso de razón que esta este bar en el Cerro, desde ser uno de los pocos lugares que ha sobrevivido por años. Es un lugar imposible de que pase desapercibido. Primero porque tiene una locomotora gigante y verde en el ingreso y después por que parece una casa vieja toda de ladrillo visto, nada que ver con los locales alrededor.
Es un lugar para gente grande siempre hay grupos de amigos de gente mayor comiendo, los mozos son grandes siempre se los ve afuera en la galería. También funciona como cafetería y su clientela suele ser siempre la misma y es más tradicional. Así que la atención es muy buena.
Para comer es muy variado, yo vi la tabla de fiambres que esta buena porque es grande pero hay sándwiches, o cazuelas, picadas y platos más elaborados de carnes como pollo o pescado.
Los fines de semana suele estar lleno más en el verano por su gran galería para sentarse que esta bueno y es un buen lugar para en un grupo de amigos y tomar una cerveza o algún trago más elaborado.

Esta esquina es un clásico del Cerro de las Rosas, y ahí se encuentra este tradicional bar, que tiene la particularidad de tener en su predio una pequeña locomotora. Es un bar con todas las letras, ideal sentarse a tomar algo y disfrutar de la noche en esa zona.
Este barcito ademas se ser uno de los más tradicionales se luce por su linda apariencia de ladrillo visto y madera
Dentro de su servicio podemos decir que ofrece muy buenos platos y bien elaborados, la carta tiene todo lo que uno necesita, servicio de cafeteria, bebidas alcohólicas, gaseosas, tragos, sandwich, picadas, cazuelas, tablas y diferentes platos de cerdo, vaca, pollo o pescado.
Generalmente suele ser elegido por personas mayores, como así también, recuerdo que el gerente de la empresa donde yo trabaja me decía todos los días ya vengo voy a almorzar a Victorino y vuelvo.
Yo he ido poquitas veces generalmente, ha sido punto de encuentro cuando me junto con mis amigas, nos sentamos un rato a tomar un rico café y disfrutar de ver pasear a la gente, preferentemente nos gusta ir por las noches ya la zona es mucho mas pintoresca.
Esta abierto de los días, aceptan efectivo y tarjetas.

Un lugar tradicional de la zona norte, sobre todo para personas mayores a los 50. Esta esquina se destaca por ver grupos de amigos mayores que se juntan a disfrutar de un buen café y de la tranquilidad de este lugar. Si bien está ubicado al costado de una de las avenidas más ruidosas de la ciudad, la Rafael Núñez, el interior de este local es sumamente tranquilo. Eso sí, si te sentás en el patio de adelante, que no sea en horas pico porque los bocinazos pueden entorpecer tu merienda.
En mi caso fui para un desayuno familiar, fuimos a la parte de adentro, no tiene demasiada decoración pero es un lugar bastante cálido para quedarse un buen rato.
Pedimos el desayuno completo que venía con media luna, criollos y hasta jugo de naranja. La atención fue bastante rápida, pero esto era de esperar ya que aún no había demasiada gente en el local, y el pedido también vino rápido. La verdad que todo muy bueno.
En fin es un lugar tranquilo para ir a charlar, a compartir un rato con amigos o familia pero no vayas en plan de demasiada algarabía porque no la vas a encontrar.

Estaco Victorino lleva mas de 20 años en el Cerro de las Rosas, si bien cambiaron de dueños un par de veces, mantiene el estilo intacto del lugar.
Es un lugar atractivo, tiene una gran zona afuera con mesas, que a la tardecita son un deleite para sentarse a tomar una cervecita o una cafecito.
Tiene una atención buena, los mozos son en su mayoría de «la vieja guardia» con un buen dominio de lo clásico Y algunos problemas para explicar lo nuevo como mariscos o algunos tragos, pero en general esta muy bien.
La tabla de fiambres es abundante y muy rica.
Tienen varias opciones de café interesante aunque muchas veces depende de quien los prepara son ricos.