Entre 2

los menús ejecutivos, los especiales del día, sobre todo la pesca del día siempre fresca! ah y los precios muy accesibles.

Un lugar bueno y bonito. Es pequeño, lo que lo vuelve más cómodo y personal, con un ambiente relajado. Asistí al restaurante para el cumpleaños de mi novia, la comida es deliciosa y no es cara, hay variedad suficiente en su menú pues muchas cosas se te antojan, las bebidas son muy buenas.
Quedamos encantados con la comida y con el servicio, sólo existió un pequeño inconveniente que me evita darles las 5 estrellas. Al enterarse ellos de que era el cumpleaños de mi novia, sin preguntar nos acercaron un postre que no pedimos (y el cual no nos dieron a elegir tampoco) y al final lo agregaron en la cuenta. Me pareció poco profesional cargar algo que uno no pide, y nos arruino un poco la gran impresión que este lugar nos estaba dando.
Aún con esto, la comida vale la pena como para visitar el lugar y darle una buena oportunidad, no se arrepentirán.

La atmósfera del lugar súper europea. Música de acordeón en la terraza, simplemente una experiencia muy placentera.
Para comenzar, te recomiendo el Francesito (vino frappeado con manzana y fresa), un clásico de la casa. De entrada pedimos un Camembert relleno de nuez y pera con arúgula. Estuvo excelente pero en la raya de denominarlo postre :)
De plato fuerte el vacío con salsa de roquefort, muy bueno!
Y para cerrar con broche de oro: crème brûlée! La sirven con plátanos. Eso me sacó un poco de onda.
En general excelente experiencia. Esperaría que un restaurante francés tuviera Boeuf Bourignon. Muy recomendado!

Buscaba un lugar romántico para mi novia, estuve preguntando e investigando en Internet, y encontré este lugar.
Es bonito, pequeño, muy cómodo y con un ambiente muy padre, excelente para una gran platica.
Tienen un menú que se antoja de solo leerlo, es muy rico, las bebidas también.
En fin, es un lugar al que regresare siempre que pueda =)

Este lugar de cocina francesa es pequeño, puedes pasar de largo y no verlo por el árbol de la entrada que le da sombra y por los autos estacionados que pueden bloquear la vista.
Tienen un menú básico digamos, el que está impreso y tienen otro con las especialidades del día, bastante amplio por cierto que escriben en un pizarrón y lo llevan a las mesas.
Esta última vez que lo visité en particular, iba con toda la intención de comer un pavo relleno por ser «Thanksgiving» pero al llegar me informaron que se había acabado, así que pedí en su lugar una crema de calabaza de castilla para sentir que al menos algo relacionado comí. Y después un mignon de cerdo con manzana que estaba delicioso, tenía un sabor a vino blanco y la carne estaba suave, acompañado de puré de papa y verduras.
Iba con mi familia y mi mamá comentó que le recordaba un platillo que hacía mi abuela, mi hermana pidió el vacío al roquefort y no dejó nada en el plato. Todos salimos muy satisfechos de lugar, aunque he de volver por mi pavo un día de estos.

Mi hermana y yo llevamos a mi mamá en su cumpleaños a comer a Entre 2. Yo no conocía el lugar, pero mi hermana insistió en que fuéramos ahí. Y la verdad es que no hay nada que reprochar. La decoración es muy cálida. Sientes como si estuvieras en la casa de algún amigo cercano. Aquella vez pedí como entrada una sopa de cebolla. La mejor que he probado en mi vida. Después llegó mi Vacío a la leña. Lo pedí con salsa de higos y para acompañar una copa de vino tinto. La carne era sumamente suave, término medio, sangrienta. Nunca pensé que podría tan buena combinación la sangre con el dulce del higo.
Los precios son muy razonables considerando la calidad y la presentación de los platillos, pero ciertamente no tanto como para ir todos los días. En la noche el ambiente se vuelve muy romántico, así que está bien para cenar con tu pareja. En cuanto al estacionamiento, hay bastantes cajones en batería, así que no hay que preocuparse.

Busqué un lugar especial para llevar a cenar a mi esposa en nuestro aniversario y no pude haber hecho mejor selección. Entre 2 es un lugar muy romántico, tranquilo e íntimo. Su dueño es un francés muy atento y amable, que ha cuidado perfectamente los platillos que ofrece, todos son una delicia, desde las pastas, carnes, ensaladas, mariscos y pescados, hasta los postres, aguas de combinaciones finas y exóticas, vinos y el café. La música es muy francesa, acordeones, pianos y cuerdas; el día que fuimos, tocó acordeón un chavo y le dio un toque mucho más romántico a la cena.
Puedes estar en la terraza de afuera o en las mesas de adentro, no importa, todo el lugar tiene el mismo toque. Altamente recomendable para una comida o cena especial, además, los precios no son inalcanzables como en muchos lugares gourmet.
He ido 2 veces, ambas en la noche, no he tenido problema para estacionarse ni para encontrar lugar. Agéndelo.