Amantes del folclor y el cantinismo la taberna en cuestión es un reciente descubrimiento, hace un par de días quería comer y tomar una cerveza bien fría, que no es ningún pecado viviendo en Mérida lugar favorito del sol y la humedad. Me encontraba con mi pareja en casa y mi compadre me había caído de la nada, le comente que no tenía mucho tiempo y que más en la tarde teníamos un muralillo que pintar, le dije que camino a la chamba había visto una lona en una cantina que decía ALITAS, entre otras platillos y que podríamos comer ahí. El lugar era pequeña, sus meseras eran grandes y usaban mini faldas, poca gente hubiera apostado por ordenar sus sagrados alimentos del día ahí, pero qué diablos, ya estábamos sentados, pedimos una cerveza y luego observamos maravillados su menú interesante en diversidad. Mi novia pidió pechuga a la plancha, nosotros pedimos poc chuc y encargamos una orden de alitas para todos, sinceramente hace mucho que no comía tan rico, pase un momento a meno y nombramos al negocio, el descubrimiento de la semana.