Ex-Estacion de Ferrocarriles

Esta es una de las recuperaciones más atinadas por parte del gobierno estatal, durante muchos años esta ex-​estación de ferrocarriles estaba abandonada ante la mirada atónita de todos lo que veíamos como se iba desgastando tan emblemática obra para la historia del estado.
Hoy en día como muchos saben, es la sede para la Licenciatura en Artes Visuales de la Escuela Superior de Artes de Yucatán (ESAY) pero recientemente abrió en su interior la galería de la escuela, así que ahora también podrá ser referente para apreciar muestras del talento que se forja en el estado.
Visitar las áreas públicas para conocer el edificio está permitido, solo se restringe el acceso a las aulas y algunas habitaciones con equipo de alto valor, pero puedes internarte en lo que alguna vez fue la estación más importante del estado, en su interior aun se encuentran vagones sobre las vías así que seguramente encontraras fondos maravillosos para capturar la experiencia.

El edificio de la Ex estación es hoy parte de las instalaciones de la ESAY, la Escuela Superior de Artes de Yucatán. Alguna vez me metí a conocer el interior, los salones y lo que me encontrara (algo?). Me imaginé que iba a ver mucho movimiento, a los estudiantes utilizando todo el espacio que se pudiera (como sucede en la facultad de arquitectura, por ejemplo), pero né. Nada. No sé si era un día inhábil en esa facultad, o si los salones y otras áreas estaban escondidas en algún lugar que no encontré, pero me apareció desierto todo. La arquitectura, eso sí, era muy impresionante e hizo valer la intención de exploración.
Independientemente de la Estación, está el parque de trenes, que es todo el terreno al norte de la estación. Existe un museo de los ferrocarriles pero no se encuentra aquí mismo, sino en el extremo norte de todo este gran terreno, que mientras permanece sólo así como una gran plancha en espera de que con suerte se realice pronto alguno de los proyectos urbanos que se han propuesto.
Desde hace mucho tiempo se han presentado diferentes ideas, y efectivamente las más populares se tratan de parques urbanos, pues en el centro histórico es un tipo de equipamiento que hace mucha falta, a nivel barrio y a nivel ciudad.
Puedes conocer más sobre el proyecto que se está impulsando actualmente en:

Cuando estudiaba la carrera en teatro, el primer montaje que nos tocó hacer fue teatro regional, y como ya muchos mencionaron, la ex-​estación de ferrocarriles funciona ahora como sede de la Escuela Superior de Artes de Yucatán.
Aunque ahí no está el área de teatro, el convenio que tiene la escuela con el estado, ayudó para que las instalaciones en donde se encuentran los trenes estacionados funcionara como escenario para nuestra primera puesta en escena.
No puedo describir lo afortunados que nos sentimos mis compañeros y yo al poder tener una escenografía viva, que completaba la atmósfera y terminaba de darle sentido a la obra. Con un diseño arquitectónico inigualable, la ex-​estación de ferrocarriles ahora funciona no solo como monumento histórico, sino que también como promotor de artistas jóvenes que están en formación.
Sus amplios salones, sirven como salas de ensayo, salones de grabado, pintura, edición, escultura y todas las áreas que abarcan las artes visuales, pues ahí se encuentra la escuela. Siempre envidié a los alumnos de artes visuales por ser ellos quienes disfrutaban de dichas instalaciones, pero una vez que lo pensaba con perspectiva, saber que ese lugar funciona para la escuela funcione, incluyendo todas su áreas, pues la verdad es que se siente bien.
Es mi escuela y siempre lo será, pude utilizar sus trenes para presentar una obra y muchas personas estoy segura, que se han inspirado en el edificio mismo como inspiración para sus propias creaciones.

Conocida coloquialmente como «La Plancha»; esta zona del Centro Histórico es muy emblemática de la ciudad, pues fue de gran utilidad durante el Auge Henequenero en principios del siglo XIX en dónde los medios de comunicación y trasporte eran de vital importancia para la comercialización de este producto. Esta red ferroviaria con ruta Mérida-​Progreso sirvió para aligerar el traslado de las pacas de henequén hasta el Puerto para su embarque a los diferentes destinos comerciales. Sin embargo, cuando decayó la exportación del henequén y los medios de transporte se modernizaron, está estación quedó abandonada.
Fue después de un largo periodo que se creó un proyecto para su restauración y utilización del espacio. En el año 2005 se rescató la parte principal del edificio, siendo sede de la Escuela Superior de Artes de Yucatán. Y en 2009 se creó el proyecto de restauración de los terrenos de las áreas restantes del edificio, así como de las maniobras ferroviarias.
Actualmente el lugar cuenta con un museo de ferrocarriles al aire libre que se encuentra en contacto íntimo con la naturaleza, puedes apreciar la flora brotando desde las vías y adornando el lugar. El terreno de las maniobras ferroviarias es utilizado con fines recreativos y dependiendo de la época del año es sede de muchos eventos como: conciertos, ferias, circos, exposiciones, villa navideña, entre otros.
Les recomiendo mucho visitar este maravilloso lugar, ya sea para apreciar su arquitectura y el museo, o para pasar un rato muy agradable en familia cuando haya eventos en el terreno de las maniobras ferroviarias (pueden visitar la página del ayuntamiento para informarse de ellos).

Estando en Mérida, una ciudad con tantísima historia, la Ex-​Estación de ferrocarriles es un lugar que definitivamente tiene que visitarse basta con sólo echar un vistazo hacia los trenes para imaginártelos andando con todos sus ruidos, casi casi escuchas a la multitud de gente despidiéndose y otra tanta ajetreada y apresurada, es toda una experiencia, no se puede pasar la vista y permanecer inmutable ante éstos titanes ferroviarios.
Para los amantes de la historia de la ciudad este es un lugar es sin lugar a dudas emblemático. Fue construido por el boom del oro verde, el auge henequenero, con tientes arquitectónicos coloniales e islámicos se erigió su edificio central, sitio que fue restaurado y ahora es sede del ESAY (Escuela Superior de Artes de Yucatán). Actualmente se gestiona la creación de un gran parque en sus terrenos, pensado como un pulmón verde que alimente el Centro Histórico de la ciudad, lo cual me parece una espléndida idea.

Está a unos minutos del centro histórico, estuvo mucho tiempo prácticamente en abandono, hasta que la rehabilitaron como un museo de ferrocarriles.
Es una bonita experiencia poder entrar y conocer un poco de la historia del lugar. Y aunque es relativamente pequeño, puedes tomarte tu tiempo para mirar bien.
Me parece un buen lugar para sacar buenas fotos, al atardecer hace bonitos paisajes que lucen muy elegantes en fotografía.
De hecho una de las últimas sesiones de fotos que realicé con una pareja de amigas, fue justo ahí. Ya estaba cerrado el museo pero el guardia fue muy amable y nos permitió pasar un momento.
Los fines de semana pasan tranquilos en este pequeño museo, así que es perfecto para pasar un día relajado, tranquilo, pero con ganas de conocer un poco más nuestra ciudad.
Justo en frente hay un pequeño parque en el que puedes descansar o comer un bocadillo, ya que durante el recorrido no puedes pasar con alimentos y bebidas.

Este lugar es un museo expuesto. Imagínate cuando esas vías soportaban trenes que a su vez transportaban personas, a los turistas que llegaban desde lejos, a los trabajadores que vivían en las afueras, a quienes regresaban a casa, a quienes partían en busca de otros aires, al ferrocarrilero que trabajaba de sol a sol. Todo el encanto del tren que viaja y todas esas historias de las que fue parte, esos encuentros y desencuentros, esas despedidas y bienvenidas, todos esos sentimientos y emociones que reunía una serie de carros metálicos que recorrían las ciudades a través de rieles. Esas son las emociones y los sentimientos que todavía se sienten en el aire.
Este monstruo mecánico que significó un adelanto tecnológico para la humanidad era un milagro, era la capacidad de acortar los caminos, un símbolo de prosperidad que ahora nos remite a tiempos antiguos, cuando el hombre se sentía sobrado porque acababa de vencer al planeta en otra de sus grandes hazañas, minimizar las distancias.

También conocida como «La Plancha» la verdad es que ni idea tengo de porque el sobrenombre. Como su nombre lo dice, hace muchos años era una estación de ferrocarriles, supongo que fue construida en la buena época de Yucatán, de cuando necesitaban exportar el «oro verde».
Ahora, la parte que vendría siendo la mera estación, la sala de espera y de oficinas es una escuela de artes, por lo cual supongo que el edifico es usado como salones. La otra parte y la más grande, es una explanada, la cual debió de ser el patio de maniobras de los ferrocarriles. Donde arribaban y descansaban los vagones.
Esa explanada, actualmente tiene algunos trenes, unos parece que los mueven y otros están simplemente estacionados, en el olvido. Sin embargo es bonito pasar por ahí y mostrarle los trenes a los niños, ellos quedan maravillados con las dimensiones y el largo de cada uno pues no es lo mismo los de juguete que los de verdad. Si quieres que los niños conozcan los trenes, es una buena opción para ir, sin embargo no hay algo más.
Hoy en díà la explanada se usa para montar ferias, circos e incluso hubo un concierto hace algunos años, el de Shakira. La gente de por ahí quiere que la explanada se vuelva un parque para sacarle provecho al terreno.

Como esos recuerdos que no sabes qué es real y qué es una jugada de tu imaginación, me recuerdo viajando en tren al pueblo de mi mamá con mis primos y mis abuelos, me acuerdo del camino y la sensación de que pasaron muchas horas. Yo sólo veía a la gente a mí alrededor y pensaba que había demasiadas plantas en el camino. Un par de veces me regañaron por querer sacar mi cabeza por la ventana para ver por detrás, pero es que ese sonido y tanto verde.
Por muchos años, en mis recuerdos, la Estación de Ferrocarriles se mantenía pegada a ese viaje en tren, aún al día de hoy no sé qué de ello es real y que no, prefiero quedarme con las dudas y no preguntar. Pero lo que sí sé es que la Ex-​estación continúa allí, ahora como la sede de la Escuela de Artes de Yucatán, pero con la dignidad de otros tiempos. Construida a principios del siglo XX, y después abandonada por mucho años, la estación permanece mirando hacia el frente, con su arquitectura casi intacta, y el color amarillo de toda la vida.
El edificio está ubicado sobre la calle 55 con 48 y 46 del centro de la ciudad, y aunque ahora no es posible acceder al área de los trenes por ser propiedad privada, si se puede dar un paseo por las instalaciones principales, gracias a que el inmueble fue rescatado para la universidad de artes. Algo de otros tiempos, y de eco de vapores aun guardan los espacios, que se siente la vibra de las rieles al subir y bajar la escaleras. No dejes de visitarla, y después, te recomiendo ir al museo del ferrocarril, más que un museo, parece un pueblo fantasma, pero eso, es material para otra reseña.

Uno de los lugares más cautivantes que he conocido en esta ciudad es sin duda alguna la estación de trenes, les puedo asegurar si eres de los que como yo dejan volar muy rápido su imaginación y se pueden ubicar en otro tiempo y tener flashbacks violentos con escenarios del pasado, tienes que venir a visitar este lugar.
Nunca tuve la dicha de poder realizar un viaje en tren ya que de muy chiquita me fui a vivir a otra ciudad, pero cada vez que regresaba a Mérida y pasábamos por el lugar siempre quedaba fascinada con la ex estación.
Tuve la oportunidad de realizar mi servicio social hace algunos meses en este lugar que ahora se le conoce como la ESAY o Escuela de Artes de Yucatán, y les puedo asegurar que todos los que laboran en ese plantel le tienen un respeto y cariño muy especial a la estación (me incluyo en ese grupo).
No se pueden imaginar la paz que sientes al estar todos los días en ese lugar y la sensación que te produce el gran reloj que tienen en la entrada cuando al dar las 12 del día deja sonar sus campanas, es casi como si el lugar cobrara vida y llamara a la gente para visitarlo.
Así que si andas de visita por la ciudad o eres de los que aún no han visitado la estación, anímate a hacerlo pídele a los vigilantes que te indiquen con quien puedes pedir permiso para realizar un recorrido, lo único que no se puede hacer es ingresar a la parte donde se encuentran los trenes, pero les aseguro que el simple hecho de mirarlos desde el balcón es más que suficiente para hacerte sentir enamorado del lugar.

La ex estación de ferrocarriles se encuentra sobre la calle 55 entre 48 y 46. Con casi un siglo en funcionamiento la estación fue cerrada en los a finales del siglo pasado para luego ser remodelada, hoy en día es la escuela superior de artes de Yucatán.
Recuerdo que mi abuelo un día me dijo, hijo, no has vivido nada si no te has subido a un tren, así que nos iremos en tren a progreso. Nos encaminamos al centro, llegamos a la estación de ferrocarriles y ese mismo día cerraron la estación y dejaron de haber trenes de pasajeros hacia progreso. Tal vez por eso que algunos llaman destino, años después termine estudiando arte ahí.
La arquitectura de la ex estación es neo colonial y recientemente se reactivó el reloj, cada hora, se pueden escuchar sus campanadas retumbar por el barrio

Antiguamente el tren era el medio de transporte para moverte de un punto a otro a mayor velocidad, en comparación a los caballos, pero con el tiempo junto con las nuevas tecnologías y problemas políticos, el tren pasó a la historia y con suerte se volvieron en museos o simplemente pedazos de fierros botados que se mimetizaron con el paisaje.
La Ex-​Estación de ferrocarriles de Mérida fue construida en 1913 siendo la ruta que se conectaba con Puerto Progreso. Actualmente es encuentra la escuela Superior de Artes de Yucatán, la licenciatura en Artes Visuales.
Su arquitectura es de los primeros vestigios del estilo neocolonial que hubieron en Mérida. Yo sólo puede decir que es un edificio hermoso, muy bien mantenido, donde puedes ver desde los cuartos superiores las líneas de la veja estación que intentan contarte su tiempo glorioso y te transportá a imaginar como era la llegada del tren, el movimiento de gente, despedidas, emociones y muchas historias que se contarón en ese hermoso lugar.