Latino

Dicen que cariño sirve más botanas conforme mejor le caes… y pasa que esto es más probable si eres del sexo masculino.
El Bar Latino es uno de los más populares en el área de la Mejorada, cerca de la Facultad de Arquitectura. No entiendo muy bien por qué, ya que la botana no es tan abundante y la cerveza tampoco tan barata, pero algo hay en ese lugar que sigue siendo concurrido por los estudiantes de las cercanías. Quizá sean verdaderamente las atenciones especiales de Don Cariño lo que mantenga a sus fieles y seguros clientes.
Fuera de eso, la atmósfera del bar es agradable porque tiene una especie de jardín interior que da mucha luz y aporta una espacialidad muy particular.
Otro detalle interesante: el salón familiar está lleno de mobiliario de madera y unos pisos a juego, que lo hacen un espacio bastante peculiar. Está súper a gusto para pasar el rato con los cuates bebiendo y botaneando.

Seguramente ya lo leyeron en otras reseñas, lo clásico de este sitio es que te atienda Cariño, quien es el dueño del bar y siempre está al pendiente de sus parroquianos. Este bar se volvió un clásico para visitar por la tarde, pues a comparación de muchos otros sitios similares, este lugar es muy tranquilo para beber tus cervezas con los amigos, pues se encuentra a unos metros del barrio de La Mejorada.
Este sitio comenzó a cobrar popularidad hasta volverse tradición, gracias a que era de las pocas cantinas que no logran llenarse a tope, tiene buen servicio y además «luce» limpia. También ayudó que se encuentra cercana a la faculta de arquitectura, que amplió su planta de estudiantes y tuvieron que buscar un edificio alterno que justo se encuentra a media cuadra de este bar, así que ya se imaginarán.
A pesar de que actualmente hay un boom de cantinas convertidas a restaurant bar que no duran mucho y cierran o cambian de administración, Latino es un sitio que seguramente se mantendrá en el gusto del público porque te presenta lo que quieres: Cerveza, buena plática, baños limpios y un ambiente agradable para pasar la tarde.

Otra cantinaaaa y yo creo de las mejores con las que me he topado, ¡esta es una joyita! Si te quieres enamorar de Mérida, este es el lugar. Aquí puedes tener toda una experiencia yucateca, o sea… sazón, cerveza y calidez.
Es una de las múltiples cantinas, con las que te van sirviendo botanita con cada chela que pides, de repente te llega un platillo, de repente miles, te recomiendo que vayas con hambre, porque saldrás rodando de allí.
Cariño se encargará de que te la pases increíble, que socialices, que si esto, que si lo otro, él está siempre cerca, un amor de mesero que se ve que le encanta la onda de estar en todo, pero principalmente que la pases excelente. Quieras o no pelarlo, va a llegar de la forma más buena onda y chistosón y te aseguro que lo amarás.
Definitivamente de las mejores cantinas que he ido. Siento que ya quiero a Cariño.

Estudiando arquitectura, «Ir con Cariño», era una frase que escuché varias veces entre clases y no tenía idea a qué se referían. Un día por fin me llevaron con Cariño, y uuuu, no ps sí. El mesero de esta cantina mejor nombre no pudo tener. Es muy buena onda el don pero, igual debo escribir: si vas por tu cerveza en un plan de cotorreo con amigus está genial, pero si lo que quieres no es pasar el rato sino hablar de algo serio, o echar noviu, pues mejor llega a otro lado, porque don Cariño va a estar por ahí dando vueltas y haciendo conversación mucho más que un mesero promedio.
El trato en el Bar Latino es excelente (con Cariño :B). Te sirven mucha botana y la cerveza fría. El bar está fresquito, la botana como digo, es mucha aunque no me parece que esté tan buena, está super cerca del mero centro y el ambiente todo tranquilón se antoja muy seguido. La mayoría de la clientela son estudiantes y empleados que están de paso en el barrio y se detienen para comer.

Esta fue de las primeras cantinas que pise en Mérida, me invito un primo mayor que yo hace una década aproximadamente, desde ese día a la fecha su mayor tesoro y punto de referencia es Cariño, el mesero con el apodo más conocido entre los cantineros de corazón, o díganme ¿Quién no lo conoce?
El lugar se camuflajea con las fachadas que lo rodean, dentro de una casa tradicional del centro de Mérida, profundas y con techos altos. Solo un pequeño letrero junto a la puerta es lo que anuncia el lugar, esta tan discreto que si pasas en auto posiblemente no te percates de su existencia.
Algo que se me quedo grabado en la mente y que agradezco que conserven, es ese caldito que te dan de entrada y que sirve para revivir muertos, esa vez mi primo decidió ir ahí exclusivamente por consumir ese caldo que le ayudaría con la resaca que cargaba del día anterior. Y la verdad es que si esta efectivo.
Este es un lugar que frecuentan estudiantes, empleados de las oficinas o de los locales que están alrededor, es una buena opción para ir a comer, si, a comer porque son de esas cantinas que te surten de bastante botana. Tenlo en mente cuando andes por los al rededores del parque de la mejorada.

El Bar Latino.
Con un interesante historia este bar se encuentra en el centro de Mérida y es uno de esos bares que hay que visitar al menos una vez si se desea conocer (o vivir) un poco del folklor urbano de la ciudad de Mérida.
El bar es grande, amplio y bastante bien ubicado. Las diferentes plantas del lugar sirven como un separador invisible entre bebedores, donde el lado de la barra es más ruido cantinero y en la entrada se siente más una vibra tranquila y a gusto, hay para elegir. La atención es demasiado amable y buena. Los precios excelentes.
Lamentablemente en el lado botanero El bar latino palidece, sobre todo a otras opciones en el mismo centro. El lugar es cómodo y limpio. Con buena música para amenizar la noche. La decoración igual es ad hoc para el lugar por lo que en seguida, desde que entras, te pones en modo cantina-​bar lo cual es excelente para relajarse.
Bar Latino es digno de ser visitado porque es un buen representante de la cultura cantinera de la ciudad.

Atención para todos los cantineros de corazón, aquí les va otro datito para disfrutar estos maravillosos mundos que uno hubiera pensado que sólo existían en las películas de los años dorados del cine mexicano.
En el lugar te atiende un señor popular entro los clientes frecuentes el queridísimo «Cariño» es un señor chaparrito que tiene toda la buena vibra, que lo mejor de todo te la contagia, es la alegría en persona.
Una cantina sin botana no es cantina pero Bar Latino tiene la tan preciada botana, que llegan a acompañar tus cervezas bien heladas, ideales para combatir los intensos calores de la ciudad. Podrás degustar ricos platillos tradicionales yucatecos pero te recomiendo que te prepares porque sirven tanta comida que te va a salir por los ojos y orejas.
Bar Latino tiene todos esos maravilloso ingredientes que hacen que te enamores y quieras volver una y otra vez, este lugarcito se los recomiendo a todos los extranjeros, les aseguro que lo van a pasar excelente.

¿Quieres recibir un poco de cariño? Ve al «Bar Latino». ¡Singular personaje que te recibe! Se hace llamar ‘Cariño’, un hombre ya entrado en edad, pero carismático a más no poder, es una de esas personas que te hacen el día con sus ocurrencias e historias, a veces se le van un poco la mano y tantea de más, bueno con decir que cuando ya estás por irte te regala una mentita «para que no te bajen del camión».
Hablemos del lugar, creo que es uno de esos sitios en los que la fachada te invita a entrar y concuerda notablemente con el interior, ya que es amplio con una decoración en donde predominan las enredaderas y detalles mexicanos haciendo que predomine el folclor.
Las botanas son de lo mejor, harto antojito yucateco y mexicano para degustar, claro, empiezan de poquito en poquito y conforme el consumo de cerveza aumenta, también la botana aumenta. Ósea, puedes comer y quedar satisfecho y a un buen precio, ideal para compartir con los amigos.
Podrías pasar horas y horas, en las instalaciones y siempre se te quedará un grato sabor de boca.

Si te gusta que en el lugar donde te atienden se acerque el mesero y te de sus recomendaciones, que te haga platica, y que haga más amena la estancia lo que tu necesitas es llegarle al Bar Latino.
El lugar es un pasillo en una construcción colonial que cubre hermosamente el sol por lo que el lugar se mantiene muy fresco, muy agradable… quiero ir…
De antemano yo te adelanto que cuando vayas al Bar Latino se te van a poner cuadrados tus ojos cuando veas la cantidad de botanas que te traen cuando pides tu cerveza. Sí definitivamente uno de los lugares a los que voy digamos… cuando se puede… (aquí entre nos, si voy bastante seguido).
El Cariño… El Cariño es pura vida, es poesía de la buena, es folklore de ese que nos hace regresar. El Cariño tiene su picardía y ademas de manera atenta el señor puede contarte un poco sobre la historia del lugar que por cierto el señor lleva mas de 50 años trabajando ahí y eso que el lugar es aún mas antiguo.
Si vas a conocer Mérida conócela por sus lugares, por su gente, porque más allá de lo que se dice o se piensa está lo que uno vive y eso es ley amigos.
Bueno me mandan un mensaje si van al Bar Latino.

No, pos… ahora entiendo por qué Yucatán es el estado con mayor consumo de cerveza a nivel nacional. ¿Cómo decirle que no a cantinitas como El Bar Latino? Desde su fachada, con tono azul pastel bajito, casi tirando a blanco, esta cantina en el rumbo de La Mejorada te enamora.
Pero vayamos a lo importante. Este lugar tiene nombre propio, o más bien apodo: CARIÑO. El genial mesero del Latino te va a hacer querer regresar apenas lo conozcas, y es que con sus ocurrencias, historias y chistes, su modo amanerado y dicharachero le saca una sonrisa hasta al sepulturero. Por eso, no importa si te vas a tomar una chela o si quieres encarrerarte para largo, te aseguro que el tiempo que pases aquí, te harán sentir como en casa, con una atención fuera de este mundo.
La botana es más que generosa. Es común que arranque con un coctelito de camarón para abrir mesa. El sazón es muy bueno y la variedad ni qué decir. Sigue llegando a tu mesa con cada chela que pidas, y todavía quieres más, se lo puedes pedir a Cariño.
Los espacios amplios y la decoración de paredes blancas con enredaderas y otras plantas hacen de El Latino un lugar para regresar. Además, es de las pocas cantinas históricas que le entraron a lo de las redes sociales, así que espera tu foto pal face acompañando a don Cariño.

Muy cerca de la Plaza Grande, en el centro de Mérida, entre los edificios viejos y majestuosos que cuentan la historia de la ciudad, instalado en una casona vieja de visos azules está el bar «Latino», de ambiente típico y familiar, donde los parroquianos emeritenses suelen disfrutar una michelada de medio día, en esos días calurosos donde la sed apremia.
El lugar es de corte sencillo, y decorado rústico, un clásico del ambiente yucateco de todos los tiempos y apto para todas las edades, donde se pasa una tarde tranquila y fresca, en compañía de la familia, los viejos amigos o los compañeros de trabajo, ya sea para comer o tomar una cerveza o hasta un trago; se come bien y barato.
La atención esta garantizada, ya que don «Cariño» te atiende personalmente y te hace sentir que estás en casa desde el momento que llegas, ¡hay que ver lo que dice este señor! Siempre con un chiste o alguna ocurrencia, te trata como si fueras de su familia y procura que nunca te falte nada, este estilo dicharachero y atrevido del anfitrión hace de «Latinos» un lugar especial y mágico a donde siempre da gusto regresar para disfrutar de un trato inigualable.
La botana es generosa y de sazón auténtico, papadzules, chicharra o frijol colado, todo está delicioso, pero el complemento culinario que redondea la tarde para el placer del paladar, son las cremas de ajo y de chile; pregúntale a «Cariño».

Amantes de las folclor y el cantinismo, hoy toca hablar de un clásico, quien se jacte de seguir en la vieja escuela del cantinismo y se encuentra en Mérida debe conocer este lugar, la cantina del latino está sobre la 59, es un old fashion con todas las de la ley, mesas de plástico, ruidoso, señores y turistas por doquier.
Botanero singular, suelen dar con la primera media un coctelito de camarón, luego conforme uno consuma se le va enamorando con papadzules y taquitos de relleno negro, relleno blanco, escabeche etc… Tiene un área vip un toque más fresa que el resto del sitio como para que lleven a la señorita si también le gusta este rollo.
El mesero es todo un sujeto, la banda le conoce como cariño y así se le grita en la cantina, este simpático señor se la pasa ejecutando su performance de viejito amanerado y así te cotorrea, afirma que conoció a Pedro Infante y que llego a dar su rol por la cantina, pero pues dicen que Pedrito no bebía, si estamos hablando el mismo idioma ahí tienen el tip colegas.