Esta pequeña cantina tiene ya un rato en San Miguel. Adentro encontrarás muchos posters de películas de la época de oro del cine mexicano –Pedro Infante, Jorge Negrete, etc.- y también de películas gringas, en una ecléctica mezcla que habla un poco de lo que es San Miguel. El menú también es medio gabacho, con alitas de pollo, hamburguesas, dedos de queso y aros de cebolla. Es un lugar ideal para venir cuando andas corto de lana, pues además de que las cervezas cuestan 20 pesos –a menos que te pongas ‘burgués’ y pidas una Bohemia(35)-; existe la posibilidad de comprar caguamas –todo el sabor, nada del caché-. La música es bastante variada, pues hay una rocola en la que eligen las rolas los comensales; lo cual puede ser bueno o terrible, dependiendo de quien ponga la música. El lugar no me parece nada especial, pero por azares del destino fui a ver ahí el Super Bowl y la nueva cantinera, «La Flaca», es un hacha haciendo su trabajo. De inmediato te hace sentir como un parroquiano, te atiende de volada y es súper platicadora. Bien por los dueños por esta adición, pues su gran servicio hará que regrese esos días en que se antoja echar una chelita para terminar la jornada.