En nuestra zona no tenemos otra opción, bueno sí, pero es peor la alternativa y ya no la contemplamos. El pan está bueno y las pizzas tampoco están mal, eso sí, hace unos años eran mucho mejores, y los croissants mucho más. Antes sólo íbamos a comprar de estos porque los hacían muy buenos, pero ahora la cosa ha cambiado. El croissant grande han pasado a hacerlo de margarina de mala calidad, huele a sintético de lejos, y la esponjosidad del croissant ha pasado a ser cartón. Las tostadas no son nada del otro mundo, pero te ponen cantidad. Me da mucha rabia que una panadería que antes estaba bien pase a ser tan corriente y moliente por el simple hecho de que la gente va a seguir yendo porque no hay otra cosa. Muy mal :(
María José N.
Rating des Ortes: 2 Valencia
Le doy dos estrellas porque son simpáticos y tienen muchas cosas buenas como horno. El pan es bueno, las pizzas bastante correctas y el café con leche en su punto(algo importante cuando eliges un sitio para ir a desayunar). Pero el problema está en que decides elegir este sitio para un desayuno agradable cerca de la playa y te encuentras con que te sirven el croissant seco, con lo que te arrepientes de haber dejado las magdalenas y galletas que tenías en la despensa de tu casa para gastarte el dinero en algo que no te aporta nada. Más bien te hace arrepentirte de haber salido fuera a hacer la primera comida del día, es decir, la más importante. Y con esto lo que quiero decir es que solo por el hecho de que la gente acuda a tu local a desayunar, la comida más simple y a la vez más importante de la jornada, debes ofrecer un plus por el que el cliente te elija. O ya no digo un plus, sino más bien unos mínimos, como no servir algo que no esté en un estado óptimo para ser degustado y cambiarlo por otra cosa, y más si tienes calidad como es el caso de este horno que llevo visitando bastante tiempo. Desgraciadamente, en Cullera tenemos pocos sitios para disfrutar de un buen desayuno. Como soy siempre positiva seguiré buscando. Y si no, siempre me quedarán las galletas María que tengo en casa. ¡Eso sí que es un desayuno con diamantes!