Zen

Desde que han cambiado el sistema de buffet ha bajado muchísimo la calidad, y han subido los precios

Un restaurante asiático con una variedad de platos muy bien nutrida, aunque un poco escondido para estar tan cerca de la concurrida Avenida de Europa. Cuando llegué no sabía que se trataba de un buffet, porque no vi la típica barra repleta de comida, y es que la idea consiste en ir pidiendo platos de la carta y el camarero (rapidísimo, por cierto) te los va trayendo. El concepto es bastante acertado, por aquello de no desperdiciar la comida y acabar comiendo por los ojos más que por la boca. Creo que recordar que el precio es 12,50 €, con bebida y postre o café incluidos. Lo mejor: la rapidez de los camareros y una buena variedad de platos que puedes repetir hasta hartarte, a un precio asequible.

Definitivamente NO recomiendo este establecimiento. En otras ocasiones me pareció un poco regular pero ya por último no vuelvo más. El sushi trae KILOS de arroz y el pescado es un papel de fumar. De ese modo te llenas con tres piezas y encima pagas un desembolso interesante. Con la idea de que es un buffet te hacen la trampa de que vas a comer mucho y bien y con tanto arroz comes menos de la que podrías y encima a precio de oro.
NO ir a este lugar, es indignante.

Acudí a este lugar motivado por la buena experiencia vivida en Zen Bamboo, sin embargo, aunque ambos negocios pertenecen a la misma cadena, no se parecen en nada. En este restaurante de Pozuelo de Alarcón el servicio es deplorable y la comida es regular.
En primer lugar, llamé para preguntar a qué hora se cerraba la cocina. Me dijeron que a las 16:30 y que si llegaba media hora antes estaba perfecto, así que ni tardo ni perezoso me encaminé al sitio acompañado de mi pareja. Arribamos a la hora convenida, no obstante, al entrar empezaron las malas caras.
La cosa se complicó cuando llegó el camarero y con malos modos nos apremió para que ordenásemos los primeros platos. Decidimos comenzar con un surtido de nigiris, similar al que comimos en Zen Bamboo, para probar un poco de todo. Pues va a ser que no, que aquí los platos se sirven de tres en tres porque la gente se los deja. Total que pedimos tres tipos de nigiri –pez mantequilla, salmón y atún-​, en el entendido de que en cada plato venían dos piezas y luego podríamos comer de langostino, lubina, caballa, etcétera. El hombre se retiró visiblemente disgustado y volvió 15 minutos después con un enorme plato lleno de nigiris, muchos más de los que tendrían que haber llegado.
Al ver que el reloj marcaba las 16:15 quisimos pedir otra ronda de platos. «No les vamos a servir nada hasta que no se acaben el plato», dijo con una actitud francamente grosera. Le dije con toda cortesía que nos acabaríamos la comida sin problemas y que nos gustaría anticiparnos al cierre de la cocina. «Ya me están cansando», respondió amenazante y, de verdad, sólo el hambre y un ejercicio de contención nos impidió armar un escándalo como el que se merecían. Pese a ello le hice ver, ya bastante enfadado, que no era aceptable tratar a los clientes de esa forma.
Finalmente accedió a traernos dos platos surtidos que estaban dentro del menú, pero que tampoco coincidieron con lo que se apreciaba en las fotografías. Vamos, que sirvieron lo que quisieron, con el agravante de que intentaron hacer pasar como nigiris unos enormes mazacotes de arroz frío con una lámina de pescado encima, medio rota de lo delgada que estaba.
Nos comimos lo que nos trajeron, pedimos la cuenta y les sugerimos que en el futuro hagan lo mismo que vimos en un restaurante de Benidorm, donde por cada pieza de sushi desperdiciada cobran un euro extra. Lo que no está bien es que ofendan así a los clientes. Pagamos poco más de 40 euros por la gracia y salimos a toda prisa con una enorme decepción. Ni una disculpa, ni un chupito de cortesía para intentar arreglar el desaguisado. Una cosa tengo clara, jamás volveré a este restaurante.

Restaurante asiático con un ambiente muy relajado, tranquilo (no para ir con niños) con música ambiente y una cocina asiática muy buena. La relación calidad precio no es mala pese a que la fama haga pensar que pueda ser muy caro.

Restaurante de comida sur asiática muy amplia, muy buena decoración, trato del servicio agradable y atento.
Los menús degustación están buenisimos y tienen buena relación calidad-​precio.