Commo

Restaurante centrico de moda, pero escondido en el fondo de un portal, pequeño dividido en dos plantas. Se puede comer de menu por unos 12. € y a la carta que se puede ir de vueltas. Comimos de menu que lo encontramos original y bien trabajado en cocina y en presentación, a destacar el arroz con ajetrs y sepia y la tarta 3 leches. Sin embargo, la saturación de clientes, el ruido, el mantel sucio, el agua de grifo, la vinagera con moho, … Hacen que la experiencia quede en normal, un 3.

Puedo decir que este descubrimiento a sido una de los mejores la comida excelente, empezar probando el pisco sour bebida típica peruana luego con algunos entrantes como las conchitas asadas a la parmesana quedamos encantados pero la corona de la noche se lleva el ceviche de pescado estaba delicioso tanto así que regresaré.

Commo es un restaurante situado en pleno centro de Valencia especializado en cocina fusión peruana. Allí encontraras platos elaborados con una mezcla de sabores que disfrutarás con cada bocado. Tienen un menú del día que por 12,50 incluye un entrante, cortesía de casa, primer plato a elegir entre dos, un segundo plato a elegir entre tres diferentes, postre y bebida. Todos los días incluyen un plato de arroz en el menú. Tienen también otro detalle y es que te ofrecen varios tipos de pan para que elijas el que más te guste: integral, con nueces, con aceitunas, chapata… Todos los platos tienen un toque especial y, para mi gusto, están a la altura del restaurante más sofisticado. Pocas veces he visto éstos platos tan exquisitos en un menú del día a ese precio y en un restaurante con esa localización. Me han dicho que fuera de menú, en la carta tienen platos muy ricos. Tengo que volver un día a cenar para probarlo. El local es acogedor y el personal muy amable.

I have to admit, I have discovered Peruvian kitchen last year and I have been an absolute freak since! Everywhere I go I look for food and restaurants from Peru. I am so addicted to ceviche that if it is on a menu of any restaurant I just have to order it! I even travelled to Madrid especially to dine and Astrid and Gaston´s restaurant… told you I am a FREAK!
About 6 months ago a friend told me I do not have to travel to Madrid to get my portion of Causa Limeña, Ceviches and Pisco, I can get it in Valencia in Commo! I went with high expectations and have returned many times since. It is the only Peruvian restaurant in Valencia that did not disappoint me in any way.
The chef Vanessa is a lovely peruvian Lady graduated in Cordon Bleu, during one of my visits on a weekday it was not so busy and she came to our table to explain a bit about the food and its multicultural history. Jean her husband will make you feel welcome and will give recommendations what to try.
By now I have almost tried their entire menu and I have my own favourites: Tacu-​tacu, Quinotta with truffle, fish soup, causa limeña, tiraditos of salmon and not to forget Ceviche! Of course accompanied with a Pisco sour or maracuya. But leave some space for dessert as they are excellent!
Enjoy… I can’t wait till my next visit!

Bueno pues ayer fuimos a este restaurante, en el evento de menú, a probar otro sitio con menú de mediodía.
Resultado: lástima que no trabaje por el centro porque sino, comería aquí muchos días.
El sitio no es especialmente bonito, pero es acogedor, tiene dos pisos, y se entra desde la calle como si entrarás en un portal.
El menú de mediodía consta de tapa del día (la que toque aquí no puedes elegir, aunque es un bocadito pequeño, tipo detalle de la casa). Yo por ejemplo no como pescado, y era de bacalao, la verdad eché en falta que me lo cambiaran aunque fuera por una croquetita… Pero bueno tampoco es muy importante. Después tienes que elegir entre dos primeros y tres segundos. Incluye una bebida postre y café. Todo esto por 12,50 euros. Yo elegí de primero una sopa de calabaza, coco, y un poco de curry, que la verdad estaba muy buena. Un pelín picante, pero lo justo.
La otra opción era una ensalada verde con ahumados, de la que no dejaron ni una hoja ninguno de los que la pidieron, con lo que intuyo, que debía estar también muy buena .
Y de segundo elegí magret de pato confitado con trufa, servido con raviolis y boletus.
Pensaba que era un plato de carne, aunque más bien yo lo definiría como un plato de pasta, con magret de pato boletus y trufa… Bueno ¿qué puedo decir? Aún estoy soñando con este plato… De verdad impresionante! Disfrutaba cada bocado sin querer que se acabara.
Los que prefirieron la otra opción tomaron un bacalao, con puré suave de patata y queso, que también estaba muy bueno. El plato no se llamaba así exactamente, pero no recuerdo bien el nombre .
Finalmente de postre a elegir entre brownie y galleta a la naranja con helado de chocolate blanco .
Yo tomé la galleta, muy buena!, el brownie por lo visto también muy bueno.
Resumiendo, entre lo que probé y lo que no probé estaba todo muy rico!!!
Sin duda si algún día tengo que comer por el centro, volvería de cabeza a este restaurante.
Y de todas maneras volveré en cualquier otro momento para volver a degustar la pasta con magret de pato, qué barbaridad, que buena estaba… Mmmmmmmm.

Cuando entré me quede alucinada por el néón que forma parte de la iluminación.
Muy moderno, demasiado para mi gusto, y de espacio más bien pequeño.
En cuanto al comer, nos ceñimos al menú degustación y no nos decepcionó.
La verdad, no sé como sigo hiendo a este tipo de restaurantes. Como y ceno bien pero no acabo de apreciar este tipo de comida.
Desde la ignorancia, considero que es una buena opción aunque difícil es que repita, no por nada. Sino porque el deleite no es máximo para mí.

Al sentarme pensé que estaba en el comedor de un trasbordador interplanetario, porque el néón que recorre las paredes genera una luz divertida y futurista a partes igual; con lo que si tienes «la risa floja» ya vas a empezar con buen pie porque es gracioso.
La decoración del local sigue las pautas de la iluminación… sí, yo diría que sí: divertida y futurista; con un espacio a base de líneas rectas y colores sobrios.
Bueno, sentados a comer, que es a lo que hemos venido, la cosa mejor.
De primero pedí un tartar de aguacate con rebanadas de zanahoria, ¡riquísimo!
Pero el segundo me pareció todavía mejor: un risotto de verduras con bacalao y gambas. Como digo, mejor que el anterior.
Para que de bueno pasara a fabuloso sólo tendrían que bajar (un poco) los precios y ya. me convertiría en un fan confeso del local.

Mil veces habré pasado por delante de este restaurante sin percatarme de él. Está metido dentro de un zaguán y si no te fijas, pasa un poco desapercibido, pero cuando entras es un sitio con decoración moderna y bastante luz, aunque no natural y con demasiados espejos para mi gusto, pero te tratan de lujo.
Y cuando digo de lujo me refiero a que incluso te guardan las bolsas y chaquetas si tu quieres y te acompañan hasta tu sitio. Nada más sentarte te ofrecen un pequeño y refrescante sorbete, que cada día es diferente. Siempre te quedas con ganas de tomarte siete más porque están buenísimos…
La carta incluye platos exquisitos, de esos que lees los nombre y no sabes lo que pedir porque todo tiene muy buena pinta y te gustaría probarlo todo. No es un sitio barato, pero también es verdad que tampoco son cosas que comes todos los días y la calidad es brutal. Todo está buenísimo y presentan los platos genial.
Tienen un menú especial, que cuesta unos 20 euros que incluye un par de platos al centro y ensalada más un segundo plato a elegir. Lo mejor llega con el postre, también brutales. Creo que de vez en cuando cambian la relación de platos del menú, pero de todas formas da igual, porque al menos en mi caso, es un sitio al que sólo voy de vez en cuando, en ocasiones especiales.
Si también vas a esperar a una ocasión especial para ir, mejor reserva antes, no vaya a ser que para cuando te decidas esté lleno.