Al Pinball habré ido en contadas ocasiones, pero todas han sido especiales. Muy distintas a lo que suele ser salir otras veces y muy distintas entre sí. El sitio está un poco escondido en una callejuela del Carmen, que además está cuesta abajo. Es un callejón ideal para mear, lo cual le da un encanto especial: es como cualquier calle típica del barrio. Por la fachada y el interior da la sensación de estar entrando en un sitio totalmente retro. Retro seríà la palabra que mejor define al Pinball. Por la noche entras y está lleno de gente. Siempre hasta reventar. Ves llegar al dj arrastrando un carrito cargado de Vinilos y escuchas canciones de estilos tipo garage, punk o rock. Para los más festeros y valientes recomiendo pedir un chupito de la absenta de la casa. Pero pensadlo dos veces: la única vez que lo pedí me pase todo el Taxi de vuelta a casa pidiéndole que no nos echaran y el pobre taxista se la pasó dándonos bolsas del Consum para poder vomitar ahí. Aunque yo recomiendo(creo que porque para mí fue especial) ir a las ocho de la tarde, que es cuando abren. Sobretodo un día entre semana, que no vaya a haber nadie. Que vayas bien acompañado y aproveches el 2×1 en cervezas y mojitos hasta las once. Sentados en una de las banquetas en una esquinita, sin que ni siquiera el camarero os pueda ver y disfrutando de una música excelente. Cervezas e intimidad. Y el servicio reluciente. Nunca he estado en ninguno, pero en el Pinball se hacen mercadillos a veces. Si el ambiente es el mismo que durante la apertura normal, seguro que merece la pena.
Mauri R.
Rating des Ortes: 4 Valencia
Clásico entre los clásicos del Carmen. Podría uno llegar a pensar que con lo que te ha costado encontrarlo estará vacío pero ¡Sorpresa! Está lleno lleno, y como te pille en fallas olvidate de entrar. Una vez dentro ¿Qué te encuentras? Pues diversidad musical centrada en décadas pasadas(tranquilo, poco o casi nada de los 90’s) y precio de las bebidas(buena variedad y gama de ellas) «standard». Gente agradable tanto entre los que trabajan como entre los clientes y una decoración entre vintage y «cuéntame». Hace poco hacían una especie de Happy Hour, pero era muy temprano(leo a un amigo de Unilocal que hasta las once, así que supongo que aún sigue adelante la iniciativa), no se si recomendaría este sitio para ir a media tarde. Eso sí, en su hora de apogeo, los bailoteos y la diversión están más que asegurados(si vas en un día en el que tengas sitio para moverte, por supuesto).
Olga m.
Rating des Ortes: 3 Paterna, Valencia
Al Pinball o se le ama o se le odia. La gente que suele ir a este garito son entendidos de la música que han crecido escuchando los discos de vinilo de cuando sus padres eran jóvenes. La propuesta musical es diferente a lo que puede ofrecer cualquier pub del barrio del Carmen e incluso me atrevería a decir que es un lugar singular en toda Valencia. Música sesentera y setentera que, como decía, mucho ha de gustarte para aguantar los apretujones y empujones cuando el garito comienza a llenarse pasada la media noche. Y es que se llena, siempre que he ido está petado, tampoco es muy difícil porque es un antro pequeñín. Si no eres un moderno o de los llamados gafapasta desentonarás con el ambiente del lugar, pero no pasa nada, en general hay muy buen rollo. Supongo que porque el alcohol hermana a la gente y en el Pinball es muy fácil ponerse ciego, las cervezas cuestan a un euro y los mojitos también. Es un garito para bailar y desinhibirse, cada uno va a su rollo… pero también es fácil socializar y ligar. La peor parte es que cuando mejor te los estás pasando va y chapan el pub. Creo que es por la normativa de las zonas ZAS(acústicamente saturadas), por eso, los dueños, ya que no pueden cerrar tarde, han decidido abrir antes. A las 8 de la tarde ya se abren las puertas a este mundo de los años 60.
Nicolau A.
Rating des Ortes: 5 Valencia
¿Qué me darán en el Pinball que recuerdo cuando entro pero no cuando salgo? ¿Cuántas mañanas, más bien tardes, despertando con la cara azul? Ahhhh, ya sé qué será… será… la magia de la absenta!!! Imprescindible conocer este garito si te gusta el pop, el rockabilly, el surf y demás música sesentera y setentera. El ambiente es inmejorable, gente de distintas edades y según avanza la noche, se desmadra el asunto y el bailoteo es generalizado. Mucho mérito lo de los dj’s del local, que pinchan siempre en vinilo. Escondido en una de las perpendiculares a la calle Caballeros, es uno de mis sitios básicos para comenzar la noche e ir pillando el tono. Sin duda que la absenta ayuda a subir las revoluciones etílicas.