Campo Dei Fiori

NUNCA MAS! Fuimos un viernes con mi novio y fue un desastre. Los platos son excesivamente caros. Arroz con pollo $ 270, sisi como leíste. La atención es pésima, el lugar vació.

Campo Dei Fiori es un restaurante especializado en pastas italianas, un rubro mas o menos popular en la zona. Tiene una fuerte competencia de bodegones como La Mamma Rosa o lugares mas gourmet como Alimentos Salgado. En ese sentido Campo de Dei Fiori es un punto medio. La carta no tiene platos rarisimos o exoticos, pero se defiende bastante bien con una carta solida de mas de 30+ salsas y unos 20+ platos varios de pasta, bastante originales en su mayoria. El hecho de que puedas combinarlos a tu gusto parece una zoncera pero para mi es muy relevante.
El precio quizas no sea su punto fuerte, pero creo que es porque los argentinos estamos acostumbrados a pensar en las pastas como un plato barato, quizas porque muchos tenemos alguna tia que hace pastas caseras los fines de semanas, o porque pensamos en las pastas secas que podemos encontrar en cualquier supermercado chino. Asi que por un plato de digamos, taggliateli, nos resistimos a pagar lo que pagariamos tranquilamente por una milanesa napolitana, cuando en rigor quizas los primeros requieran mano de obra mas calificada y mayor esfuerzo. Igual, si queres comer mucho y barato y te resignas al ñoqui con estofado, los bodegones que venden pasta suelen ser una mejor opción.

Ahora estoy en un impasse con Campo Dei Fiori. Solía ir muy seguido para atiborrarme de sus ñoquis a la romana y la magnífica salsa scarparo que preparan. pero los precios subieron considerablemente y para mí es sólo negocio ahora ir al mediodía para aprovechar el menú ejecutivo.
Si bien no es súper caro, tampoco vamos a mentir… para comer pasta puede ser un poco saladito.
Como soy del barrio es un restaurante que siempre pensé como para ir a cenar durante la semana, aunque los viernes y sábados suele llenarse. Es común ver grupos grandes y familias que disfrutan del hábito tano de comer bien y abundante.
Tienen lasagna muy rica y pastas secas, rellenas y caseras. El salón es amplio, decorado con fotos de mafiosos, latas de tomate y lucecitas con los colores de la bandera italiana. Los mozos suelen ser muy amables y siempre está el guiño para ofrecerte pepperoncino y hacer de tu plato una experiencia bien a la putanesca!!!
Un dato de color: tienen una receta de pan dulce tradicional que venden anualmente. Así que no te tiene que sorprender el cartel de «Hay pan dulce» que siempre está en la puerta los 365 días del año.

Los cuadros con fotos de mafiosos tanto italianos como argentinos, me ganaron el corazón. Lo conocí de chiquita cuando mi mamá compraba pan dulce para las fiestas y siempre me encantaron los cuadritos con esas fotos y los jamones que cuelgan de la barra.
Más de grande probé la comida y estaba igual de buena. Tienen platos típicos italianos, sobre todo pasta pero de todos los colores y sabores. Es menos experimental que otras pasterías pero se maneja muy bien con los sabores más tradicionales de la típica pasta italiana. Los fideos caseros tipo cintitas son riquísimos y abundantes, pero mis preferidos son los sorrentinos clásicos: de jamón y queso bien rellenos y sin explotar acompañados de una salsa simple de tomate son el mejor plato para imaginar que tu mamá los cocinó. Siempre se siente como comer en casa, los platos son abundantes y ricos con esa onda casera y poco pretenciosa que otros lugares suelen olvidar.
Los precios son un poco elevados, pero vale pagar de vez en cuando la experiencia de la comida casera sin tener que volver a lo de tus viejos.