Me encanta este lugar. Es un bar de lo más normal: en el medio de una avenida poco transitada, los habitúes son todos conocidos del barrio, hay mesas de pool y la música está bien. ¿Qué tiene Collage de diferente? No es pretencioso, simplemente distribuye alcohol y un ambiente amable para que te sientes solo o acompañado a disfrutad de una bebida. Lo más loco es que por su calma logró ser foco de atención de punks de barrio que se juntan ahí a beber hasta cualquier hora. En esa mezcla de gente preciosa es fácil dar con Piltrafa de los Violadores mangueando birra a morir. Las mesas de pool están bien, abre casi todo el día, no es caro y el camarero es un copado. Lo recomiendo.