Los Platitos

Si bien está en costanera, no deja de ser una parrilla de «barrio» en el buen sentido. Buena atención, en mesa o en barra. Alta recomendación por el Sandwich de cuadril!!.

Un lugar genial para amantes de la parrilla. Por lejos el mejor sándwich de cuadril en relación precio calidad, es delicioso. El personal es muy ágil y buena onda, recomienda porciones y tamaños. Tiene barra y salón, la barra es agradable peo no deja de ser una barra. El ambiente del salón no es una locura pero está bien.
Super recomendable.

Fuimos ayer a la noche. Como siempre, directo a la barra. Un matrimonio, una provoleta y un Sandwich de cuadril para cada uno con porción de papas. Todo en el punto justo. La carne como siempre, una manteca! Todo estaba espectacular.
Ojo fines de semana en hora pico (20:30 a 23:30) que la barra suele no tener lugar.

Me encanta!!! Si me decis vamos a comer a la Costanera es mas que seguro el lugar elegido, siempre en la barra, cerquita de la parrilla, es como sentirte en la cocina del lugar. Y los sandwich de bondiola son la gloria misma!!! No te regalan nada, no es re barato pero vale la pena.

Ubicado en costanera norte, es uno de los típicos lugares de construcción ochentosa que están en la zona y que no perdieron su encanto.
El lugar es muy grande, y aunque tenga mucha clientela, siempre hay lugar para sentarse. Si uno lo desea, puede esperar para comer en la barra (siempre muy concurrida).
La comida es excelente. Las porciones son abundantes y te dejan satisfecho. El precio es elevado, pero considerando el lugar y la comida no es una locura. Por mucho más a veces te fajan en una parrilla cualunque.

Frente al Parque de la Memoria y donde comienza la costanera se encuentra Los Platitos.
Un restaurante enorme, de esos viejos, con una codiciada barra de acero donde siempre se puede ver gente sentada ahí comiendo frente a la parrilla.
Los mozos de la vieja escuela te toman el pedido sin anotar nada, no importa si sos un solo comensal o son veinte.
Sin embargo todas las primeras impresiones de este lugar fueron malas:
Para empezar, al traernos la carta notamos algo que nos llamó la atención, y son los precios desorbitados que figuraban en ella. Posta, parecía un chiste lo caro que era.
Unas mollejas: $ 260, un bife de chorizo $ 340, todo esto sin guarnición ni bebida incluida, obviamente.
Al tratarse de un lugar con esos precios me dolió en el alma ver copas semi sucias, viejas.
O sea, si me vas a cobrar esa plata, MÍNIMO tenés buenas copas y buena vajilla.
También me molestó que haya que pedirle otra copa para el vino, te pido un agua y vino ¿No es obvio que voy a necesitar dos copas?
A la hora de pedir las bebidas nos dice que no tiene ninguna bebida light, que no hay mollejas, ni lomo (los cortes más importantes para los que vienen de afuera luego de no estar por muchos años en el país)
Ya bastante de malas hacemos cada uno nuestro pedido
— Matambre a la pizza con papas españolas
— Matambre especial con limón
— Mix de entraña, bife de chorizo, ojo de bife.
Hay que reconocer esto: la carne es muy muy rica.
No es la mejor que probé, creo que Don Zoilo le sigue ganando por afano y cobrando muchísimo más barato.
Pero no hubo un solo corte que a alguien no le haya gustado.
El bife de chorizo estaba a punto, excelente, el matambre a la pizza muy rico, el matambre especial mejor todavía.
La entraña un 10, las papas españolas medio flojelis.
Nos hicieron un descuento por pago en efectivo y terminó saliendo bastante más barato.
Es un restaurante que tiene todo para ser muchísimo mejor, pero que no quiere serlo.
El secreto está en los detalles, y acá no son muy bien cuidados.
Estuvo bien, pero no creo que vuelva sabiendo que hay lugares mejores y más accesibles.

Fui a este restaurante varias veces antes o después de ir a la cancha a ver a River.
Generalmente la mejor opción es comer en la barra, es más rápido y te atienden bien. Los sanguches de chivitos son excelentes y es el plato que más se pide.
Si vas con auto lo podes estacionar en la puerta, pero casi siempre hay trapitos.

The beef was tough, the salads were very meager and the service was subpar. I will not be going back and definitely do not recommend it.

Hay hay hay Como me gusta cenar en este lugar !!! Si hay algo que extraño de buenos aires es este restaurante ! Me encanta !
Una buena recomendación es el postre de manzana (el que es un panqueque gigante con manzana, dulce de leche y etc. Tiene TODO)

En los años 70s este era El Lugar de moda para ir a comer un choripan o lomito al pan antes y después de la disco. El lugar cool para sentarse era la barra, enfrente a la parrilla, siempre con un vaso de vino en la mano.
Hoy en día esta parrilla sigue funcionando, ya no como lugar de encuentro de jóvenes, sino con un ambiente familiar. La barra sigue siendo disputada, y por lo general hay que esperar para encontrar una banqueta frente a la parrilla y comer sobre la distintiva mesa de acero. El salón es enorme, cuenta con una capacidad de hasta 300 personas. Con una ambientación tradicional y servilletas de tela, no se distingue por su decoración pero si por la comodidad del ambiente. La atención es informal pero excelente.
De mas esta decir que todos los cortes de la parrilla son espectaculares, y también tienen cocina, con lo que se pueden pedir pastas, milanesas (super recomendadas), supremas entre otros. HIPER recomendado, el panqueque de manzana quemado al ron, que lo flamean al traerlo a la mesa.
El lugar es ideal para ir con chicos ya que en la parte de atrás hay juegos, muchos juegos y también tienen sillitas altas para chicos.
Hay estacionamiento libre y gratuito en la puerta y en la parte de atrás del lugar.
El secreto: las papas fritas servidas en bandeja de metal. Ya sean rejilla o españolas son ellas solas un motivo para dejarse tentar e ir a visitar esta parrilla sobre la costanera.