Nobiru

Nobiru como te quiero！me haces sentir como mi casa, quiero te cases conmigo y soy feliz.
Volvi despues de casi un ano y siento que no cambio en nada al contrario no me quejo me hace sentir confortable.
Fui con mis amigas eramos bastantes tiene dos pisos abajo lleno hacique subimos que al principio teniamos el piso para nosotras. El mozo que nos atendio con un humor, atencion a mi por hora, y trabaja hace un tiempo porque recuerdo su rostro, se merece todos los aplauzos .
La comida he probado casi todo y lo que rinde en comparacion precio/​cantidad menos sushi .
Me comi un revuelto de arroz que te llena puff, una amiga pidio un ramen y gyozas que sobro y se llevo.
Amo todas las porciones de tortas de este lugar tienen una textura un sabor se me hace agua, no hay ningun lado que lo hagan como ellos, quiero la receta！.
Me encanta tanto Nobiru es un lugar chico pero tan lindo ponen musica bajito, la atencion los chicos entras y te saludan, si tenes dudas sobre el menu te asesoran, que mas pedir…
Lo bueno que pagando en efectivo vino un 10％ de descuento（era feriado） hacique nose si sera por dia de semana o finde semana.
Los banos bien todo en orden .
Los precios son elevados pero el gusto lo re vale！.

Nobiru fue mi primer experiencia en comida japonesa. Nunca antes había comido más que los ramen instantáneos que se venden en los supermercados, y la verdad me enamoraron.
Fui con amigos con vastos conocimientos en el arte culinario japonés, y desde que entré hasta que me fui supe que era un lugar al que volvería siempre que tuviera tiempo. La atención por parte del personal es excelente, me escucharon comentar a mis compañeros que no sabía usar los palillos y enseguida tuve un cuchillo y tenedor al lado, sin siquiera pedirlo, eso es atención eficaz al cliente.
Los mozos siempre con la mejor onda, participan, ríen con vos, y hacen que te sientas en un ambiente mucho más cálido.
Pedí una porción de yakimeshi con pollo, y me asombró la buena condimentación del mismo (nada que ver al salteado de arroz con pollo que podés pedir en cualquier rotisería china, les aseguro), de hecho hasta pregunté «¿por qué el pollo es dulce?» no en mala, sino porque me había encantado el detalle. Mientras llegaba, probé gyoza del que habían pedido mis amigos, francamente delicioso.
No me voy a poner crítica de la comida japonesa justamente porque soy una total y completa desconocedora en el campo, pero considero que ya el hecho de encantar el paladar de quien prueba por primera vez, es un gran mérito para el lugar.

Saliendo de clases en el Fleni me fijé en Unilocal para ver que recomendaban en el popular Barrio Chino. Primera recomendación: Nobiru, leo los reviews y me fijo en las fotos y con este frío solo pensé en ramen.
A una cuadra y media de mi locación nos encontramos con el local acogedor, nos atendieron muy amablemente y nos ofrecieron mesa adentro o en una terraza climatizada. Tiene un primer piso que me pareció más lindo que la planta baja y una pequeña tiendita donde hay bandejas de sushi y bebidas para llevar.
Ahora vamos a lo importante, la comida obviamente, fui por el ramen y me encantó! Digamos que era un 8 y me llevaron un picante que me advirtieron que era bravo pero por mi pérdida de fe en los picantes en BsAs le mandé con todo y subió a un 10! Terminé roja pero estuvo GENIAL!
El resto diría que bien logrado, probamos wantan frito (la salsita tenía su toque picante muy rico), sushi y arroz con salmón. Para mí los ganadores ramen y sushi. Buen lugar para volver.

Comimos las tapas no veganas con sopa de miso!
Muy rico todo y a un precio accesible!
Los mozos muy atentos y te explican todo!

Un gran lugar para probar comida japonesa, ideal el tapeo que ofrecen. En general los platos están muy bien y el precio razonable. También sirven tes e infusiones y pastelería.

El lugar por fuera parece muy oriental, pero por dentro es común y corriente.
La atención fue rápida, pero automática de parte de la mosa, pedí el menú ejecutivo.
La sopa miso estaba muy buena, el arroz con tempura estaba aceptable, nada del otro mundo, pero las 8 piezas de Sushi de muy mala calidad, MUCHO arroz, mucha palta bastante oscura y el pescado muy poca cantidad.

Encontramos este sitio gracias a Unilocal.Pequeño restaurante japones en pleno barrio chino, con un jardincito en la entrada, el piso de arriba es más lindo que abajo. Pedimos un salmón laqueado con arroz y ensalada (no recuerdo el nombre) y un tankatsu (?) ramen (caldo, cerdo, nori, espinacas). Los platos son abundantes, el ramen viene en tamaño mediano y grande, el mediano es más o menos un tazón de 500 cc (a ojo), y les aseguro que llena. Los precios son razonables, la atención buena, y los platos son ricos. Definitivamente volvería.

Si queres comer comida japonesa de verdad, este es el lugar.
La especialidad es el Ramen que es la sopa con fideos, carne y verduras. Son excelentes. Tanto que hasta en verano la gente las toma.
Lo que más me gusta es el curry japones. Tenes opción de comerlo con pollo, cerdo o vegetariano. Los precios varían entre 170 el de verduras, 200 el de pollo y 220, creo, el de cerdo.
El salmón grillado con salsa y arroz acompañado con una ensalada es riquísimo.
Tienen varidad de sushi y la opción de probar varios platos como si fuese un trapeo. Sale 220 el vegetariano y 330 con carne. Trae muchos platos, para una persona es mucho pero para dos está bien… eso sí, si se comparte se agregan 50 pesos pero por 380 comer bien u viene con una bebida y el postre.
Para tomar hay vinos, cervezas de allá y de acá, gaseosas, aguas y jugos naturales.
Todo hermoso y recomendable.

Fui a merendar por motivo del Año del Mono 2016, como era fecha especial nos dijeron que sólo se podía comer y que no estaban sirviendo otra cosa. Un poco porque estaba todo lo otro lleno, un poco por necesidad de sentarse, accedimos a comer algo. Pedimos una entrada per capita y comimos bajo la mirada «apurante» del personal. La comida estuvo bien, nada de otro mundo. Me quede con ganas de Ramen pero ya había almorzado y hacia mucho calor para sopa. No creo que vuelva pero si lo recomiendo para alguien que aún no haya ido y no concurra en un día de festejos. El té frío de jazmín esta muy rico.

Restaurante de comida japonesa, muy típico. Paseando por el barrio chino, siempre me dio el gusto de comer un ramen, lo disfruté mucho ya que hay gran variedad de ramen. En el día se ocupa la planta baja y en ella hay como un patio para comer con decoración de plantas, en la noche, se puede comer en el primer piso. El lugar no están grande pero ideal ir con amigos. Su fachada tiene decoracion japonesa. Si queres sentir que estas en Japón, este es el mejor lugar (para mi gusto!!).

El tapeo con carne es delicioso y llena un montón. La relación precio calidad es excelente! Comimos 3 con el tapeo y un tonkotsu ramen.
Perfecto para cualquier ocasión que quieras comer bien e impresionar al comensal.

Un lugar pequeño con buena energía, donde podes hacer un alto en tu día y tomar un respiro. Muy rico los jugos
Recomendable!

Emplazado en el corazon del Barrio Chino de Belgrano, Nobiru se destaca por su gran servicio, excelente relación precio/​calidad y ambiente.
Si te gusta la comida japonesa y tenes algo de tiempo, es un gran lugar para degustar algunos platos. Con menues para el mediodia preparados en el momento, pagando entre 90 y 110 pesos tenes varios platos, bebida y café.
Fui un mediodia en dia de semana con algunos compañeros de trabajo y realmente todo estuvo muy bien. Todos pedimos menues y no todos el mismo, y vinieron todos juntos. Sopa, sushi, salmon, todo de gran calidad y presentado de manera excelente.
Es recomendable!

Martes a la noche en las «afueras» del concurrido barrio chino. Dentro de la gama de comida asiática que ofrece este lugar de interés general para todos, se encuentra este pequeño restoran que sin decir mucho por afuera y por dentro (y no lo digo por su ambiente, ya que es agradable y cálido además del personal) sino por la sencillez con que todo está armado. Cuando entras te reciben de la mejor manera para ubicarte en donde te sientas mas cómodo y quizás eso sea sólo adentro porque uno puede sentarse en 3 mesas que tienen en el patio pero que esta muy deslucido y además hay mucho ruido que viene del depósito contiguo. Para empezar y ser sincero la carta de vinos no la revise muy bien a excepción de las cervezas, teniendo la Antares para elegir y que salió muy bien porque estaba muy rica la versión de miel. La carta de platos es muy variada y con platos muy típicos japoneses como el Ramen, y gran cantidad de entradas frías y tibias. Mi novia y yo terminamos decantando por platos no tan exóticos que incorporan cosas de varias culturas. Yo pedí unos fideos con hongos shitake con queso parmesano, si muy poco japonés jaja, pero realmente muy muy ricos y abundantes, lleno de shitake para los amantes de las setas y mi novia pidio un Yitamake de arroz yamani con huevo y verduras, muy rico y mas acorde a la cultura asiática. Platos bien decorados y presentados y abundantes. Por otra parte la atención es excelente y siempre bien predispuestos para explicar los platos de la carta. Una vez que pedimos nos trajeron una cortesía de la casa con unas verduras en conserva y una pasta que parecía a base de atún y semillas de sésamo, muy rica además de unos maní japoneses y unas toallas húmedas para limpiarse los dedos. Algo que parece una pavada pero que es muy conveniente. Para finalizar de postre pedimos una porción de torta Sakura de chocolate blanco con mermelada de frambuesa, simil cheesecake, muy rica. También para probar algo mas tipico de la cultura asiática pedimos un Dorayaki tostado y otro al vapor, ricos la verdad. Lindo lugar, tranquilo, buenos precios por la calidad de la comida, la atención y la abundancia. Recomendable.

Nobiru es mi pequeño refugio en el Barrio Chino (lugar que no me agrada dado que siempre está lleno de gente, muchos olores, demoras, trenes, ruidos, etc.)
La comida es fantástica, tiene sets de almuerzos ejecutivos que son fantásticos: por poco dinero podes probar una gran variedad de platos típicos japoneses, saborear jugos naturales y relajarte en un lugar que, si bien pequeño, no decepciona.
A la vez, el servicio es muy bueno y siempre están dispuestos a ayudar al cliente.

Nobiru es un oasis de comida japonesa en medio del Barrio Chino. Está a una cuadra del centro, por lo que el ambiente, no solo en el local, sino también en la calle es muy tranquilo. Apenas entrás te topás con una atmósfera relajada y un empleado sonriente que te ubica rápidamente.
En cuanto a la comida, si bien ofrecen sushi, no es la pieza fundamental del menú. Recomiendo las distintas variedades de Curry y el Yakimeshi, todo muy rico y bien condimentado. El servicio es muy rápido y no tienen ningún problema en aclarar lo que sea necesario de la carta u ofrecer sugerencias.
Una muy buena experiencia, vale lo que cuesta.

Uno de mis lugares favoritos para ir a comer. Rodeado de locales de comida china y taiwanesa, Nobiru se destaca por ofrecer deliciosa comida japonesa. Recomiendo el yakimeshi que es como el arroz salteado que los chinos nos tienen acostumbrados pero mucho mejor condimentado.
La atención es excelente (cuando fuimos para mi cumpleaños nos regalaron una porción de torta, aunque ni siquiera habían cantado el feliz cumpleaños, eso es estar atento) y el ambiente es adorable con hermosa música japonesa (siempre pasan Minna sora no shita de ayaka, lo que me pone de muy buen humor).
Detalle: tienen un precioso cuadro de la que, según recuerdo, es la diosa de la Luna–

Súper recomendable. Ideal el tapeo. Fuimos con amigos, los mozos súper argentos y atentos capaz que es lo menos japo. La comida es como medio fusión peruana pero suma porque le da un toque fresco a ciertos platos.

La calidad de Nobiru en relación con su precio es excelente. Los ramen son la especialidad de la casa; recomiendo particularmente el de miso.

Nobiru es de los pocos lugares de la ciudad donde ofrecen comida japonesa que no sea sushi. Se encuentra en el barrio chino, pero a media cuadra de Arribeños. Estos metros de distancia hacen toda la diferencia: sobre esta calle hay mucha menos gente y mucho menos ruido.
Ni bien entrás es imposible no dejarse llevar por la onda medio zen, pero nada caricaturesca. Una atmósfera muy tranquila, no diría descontracturada sino más bien pacífica, bien japonesa.
Si vas por primera vez no podés perderte el menú degustación para probar un poco de todo: vienen pinchos y platillos con pollo, langostinos, cerdo y salmón, todo preparados de distintas maneras. El ramen, una sopa japonesa muy típica, estaba exquisito.
La atención es sumamente amable: te explican bien todo y trabajan rapidísimo. No pedimos postre, pero nos trajeron un poco de helado de jengibre de cortesía que estaba muy rico.