Chipaco Pizza Bar

Como vecina no puedo dejar de dar mi opinión sobre Chipaco. Chipaco es como un carrito, al que se anexa otro carrito y otro más allá. A la hora que una pase, hay muchachos bebiendo cerveza, hablando de fútbol o de negocios en un clima relajado. Realmente esa cortadita tiene algo de mundo aparte.
Quién sabe por qué fortuita decisión estadística o qué, pero siempre he visto mayoría de varones. De hecho, la última vez que pasé me llamó la atención ver a una mujer rubia de unos sesenta años sola en una mesa: al acercarme comprobé que no era una mujer, sino un chabón de pelo largo.
La noche es la mejor hora para ir. Encontrarse en Chipaco a la noche después de comer es un buen plan para un día de semana. Sobre todo en verano. En invierno, paso. En invierno es para la juventud, capaz de sentarse con temperaturas bajo cero a tomar cerveza helada, vistiendo una remera o un vestidito y dejando el abrigo sobre la silla.
En conclusión: en Chipaco beber, en las noches de verano, distendidamente, con charlas sobre esto y aquello, cervezas frías, y comer alguna cosita para no marearse, es un buen plan para el espíritu.

Si estás con tus amigos viendo que hacer a la noche, nada mejor que pasar por Chipaco a la tardecita, un barcito al aire libre, casi escapándote de la ciudad. Los precios son muy accesibles, lo que lo hace el punto de encuentro de adolescentes y jóvenes de Fisherton. El ambiente es muy relajado, siempre hay buena música, y si hay algún partido de fútbol hay televisor. A veces la atención puede ser un poco lenta. Y si no tenés ganas de moverte de tu casa, tiene delivery todos los días.
Depende el día puede ser que elijas mesa a gusto y placer, pero si vas un fin de semana especialmente en primavera y otoño probablemente te quedes con las ganas, porque se llena!

Chipaco es el punto de encuentro de la pibada. El lugar tiene toooda la onda. Ahí confluye todo. La previa, el durante y el post de cada cosa. Una salida, después de un partido de algún deporte o para ver por tele algún partidazo de la Selección.
La buena música y el ambiente de ojota permite que Chipaco sea esos lugares para ir con tus amigos a tomar algo o a ver si está el pibe que te gusta. El reggae reina en los parlantes, porque a Agustín, dueño del lugar le encanta, y trata de hacerte viajar a alguna playa con su musicalización y buenos tragos.
No sólo es para tomar algo, sino también para comer. Las picadas salen como pan caliente las pizzas dan que hablar.
Este barcito empezó como una especie de carrito. Pero en este barrio de Fisherton pasan estas cosas. Cuando los nativos adoptan un lugar, no lo sueltan por generaciones completas. Allí iba yo cuando iba al secundario, siguieron mis hermanas en su adolescencia, y seguro que lo harán mis hijos.
El lugar para estacionar, si vas en auto, quedó chico, ya que está sobre una calle un poco angosta, pero frente al bar hay todo un predio libre para dejar los autos. Si no tenes auto, te tomás el 115 que te deja en la puerta.
No aceptan tarjeta de crédito, pero la gente tiene tanta buena onda que seguro que si te quedaste corto para tu última cerveza, alguien te invita con alguna.

Anoche decidí encontrarme con una amiga a tomar algo en la ronda de la Virgen, al final de calle Córdoba y el Country.
Decidimos que queríamos un poco de paz y no ir a ningún bar concurrido.
Y oh! Sorpresa, vimos en una cortada casi maravillosa un lugar perfecto.
Irene su camarera nos atendió a las mil maravillas.
Nada ostentoso, con un gran parque de sillas y sombrillas, música chill out, y oferta de lo que quieras. Hamburguesas, Pizzas, Ensaladas, sándwich, picadas. Los precios muy razonables!
Tienen Hora Feliz de 18.30 a 21.00 y Hora Alegre de 12.00 a 02.00 en tragos que rondan los 0 pesos. Nos hizo mucha gracias lo de feliz y alegre, evidentemente necesitaban una frase nueva.
Durante el día tiene un menú con unos 10 platos combinados y con un coste de unos 60 pesos, la verdad, no los he probado aun, seguro un día me encuentra por allí a esas horas.
Nos comento la camarera que hacen Catering!
Como dato curioso, en medio de la explanada parque de mesas, sillas y sombrillas una caseta de madera de un Rapi Pago!!! Me pareció fantástico descubrir esto ya que muchas veces uno anda buscando con lupa donde pagar sus facturas en esta zona.
Lo dicho, a nosotras nos ha encantado, volveremos!!!