Alcatraz Rock Bar

Después de un tapeo de sábado noche con amigos siempre apetece ir a tomar algo y el
cumplió nuestras expectativas con medalla y podio. Una amiga, que es del barrio Nou Moles, nos dijo que estaba bien pero ¡no que era la bomba! Lo primero que me impactó fueron los camareros asiáticos, jajaja, después me enteré hablando con ellos que se quedaron el local y siguieron manteniendo a la clientela rockera que ya tenía. Y de qué manera: son majísimos la pareja de chinos, el chico nos contó que había un grupo de música haciendo una promoción esa noche y que participábamos en un sorteo de cd’s, pegatinas etc ¡Nos tocó de todo!
Sonó Metallica, Offspring y rock internacional de todos los colores. Yo soy más pop pero a un «Enter Sandman» le beso los pies, así que fue una noche de lo más agradable en ambiente de chupas negras y melenas, genial para sacudirte un poco de «gafaspasta» y camisetas de rayas, que también hay que variar un poco.
Como curiosidad, venden camisetas del local con las letras también en chino, muy chulas (subí la foto a Unilocal,echad un ojo).
La verdad es que me sorprendió mucho para bien y presiento que va ser un fijo de nuestras reuniones por la zona.

Local mítico de rock que a pesar de estar alejado totalmente de los lugares en dónde se juntan más pubs de este ambiente, continúa al pie del cañón.
Mola porque es de los sitios que solía frecuentar con mi pandilla cuándo éramos más jóvenes, de hecho es uno de los primeros lugares en los que mi amigo el músico dio un concierto, y luego, de repente una noche resulta que cenas cerca y te acuerdas y los amigos nos miramos con un brillo en los ojos, alguien asegura que ya lo cerraron o que en su lugar hay una iglesia adventista del séptimo día.Pero a pesar de todo te arriesgas y allí está, nada más entrar por la puerta suenan ACDC y pides una ronda de cerveza, ya no te acuerdas si aquello estaba así o no, echas una partida de dados, observas a la gente más joven disfrutar y mantener el espíritu del rock totalmente vivo y cuándo por fin llegas a casa y te acuestas lo haces con una sonrisa tonta al darte cuenta de que siempre hay sitios a los que podrás volver a rockear por muchos años que pasen.

A través de viñetas de cómics, las paredes nos cuentan la historia de un preso que se fuga de Alcatraz… (Dando así sentido al nombre de este pub).
Un sitio oscuro pero con encanto. Así lo muestra la cantidad de asiduos que hay cada día.
Y es que ya sea por su música (se suele escuchar metallica, Extremo Duro, The Rolling…) o por las actividades lúdicas (se hacen campeonatos de Pro, Mario Kart, etc.) Alcatraz es más que un pub. Es el punto de encuentro no sólo de heavys sino de todo tipo de estilos.
Recuerdo la primera vez que fui yo. La verdad es que entré y dije «tierra trágame». Y no por el sitio ni nada sino porque yo iba vestida toda de rosa (un poco pijita) y no pegaba nada allí.
Pero la verdad es que me lo pasé bien (una cosa no quita la otra).
Lo mismo puedes sentarte a tomar unas cervezas con los amigos que picarte a jugar a los dardos, a las cartas…
Y si tienes suerte puede ser que un día vayas y haya algún concierto. Que quieras o no siempre da un ambientillo extra y permite que algunas bandas de música se den más a conocer. Porque como dice una de sus frases del cómic, «por lo menos soñar es gratis…»

Día si día no pasando por la puerta del local y preguntándome que se escondía tras esa apariencia de tugurio de ex presidarios, y nunca me atreví a entrar.
Un día quedé con unos amigos y por sorpresa acabamos dentro del Alcatraz, no se cómo expresar lo que sentí, da igual o más miedo por dentro que por fuera.
Una vez traspasas la puerta, a lo pasaje del terror, te encuentras con la oscuridad más absoluta y a unos gigantes peludos que tienes que ir sorteando hasta llegar a la barra, combinado con una música estridente.
Estábamos en el más rockero de los pubs valencianos.
Pero dejando a un lado las apariencias, la verdad es que el sitio está bien para quedar con los amigos, beber buena cerveza y echarte unas risas.
Las jarras de medio litro están a 2,5 euros y los quintos a un euro.
Los dueños son bastante amables y simpáticos, tratan a todo el mundo bien aunque ya tienen clientela fija, los gigantes que os decía antes.
Lo primero que te encuentras es una barra llena de gente, esto es porque no tiene servicio de mesas y cada vez que quieres algo tienes que estar peleándote con alguien. Al fondo tiene unas escaleras que llegan a una zona con mesas. Pero lo que más llama la atención es que tiene una máquina de pinball¡¡¡.
Para nuestra sorpresa, un domingo que acabé allí con mis amigos proyectaron una película, en versión original, subtitulada en español, menos mal porque sino no nos hubiéramos enterado de nada. Además de vez en cuando hacen algún concierto en directo y aunque no he tenido el gusto de presenciar ninguno, para los amantes del rock debe ser un auténtico placer.
Entre sus paredes suenan grandes grupos del rock español, como por ejemplo: Marea, Rosendo, Extremoduro y un largo etcétera.
Cuando la noche cubre las calles, el repertorio musical pasa a llenar nuestros oídos de acordes más bestias con Exodia o Angelus Apatrida, entre otros.
El ambiente es de muy buen rollo y además los dueños se lo intentan currar con fiestas temáticas, un trato amistoso, campeonatos de Pro y de dardos. También cuentan con juegos reunidos por si quieres echarte unas partidas con los colegas. El parchis, el Scrabble, la Oca, cartas…
Yo porque no soy un amante del heavy metal y del rock, pero si lo eres es un sitio diferente donde estarás muy a gusto. Además en cualquier momento pueden sorprenderte con alguna actividad fuera de lo común.

Este «rock bar» resulta bastante curioso por varios motivos. En primer lugar, llama la atención que a pesar de su ubicación en el barrio de Olivereta (alejado de cualquier tipo de zona céntrica o de marcha), cuenta con una clientela sumamente fiel, la mayor parte de ella ajena al propio barrio. En segundo lugar, puedes ir cualquier día de la semana, incluso un domingo, y siempre encontrarás el local animado. Y finalmente, para no salir de mi asombro, es de los pocos sitios en Valencia en donde puedes escuchar buen heavy metal (olvidémonos pues de la etiqueta de «rock bar»…), en un sitio que cuenta con una longevidad de… ¡casi 20 años!, ya que llevan abiertos desde 1992… ¡Uf!
Con esta carta de presentación, sólo me queda añadir que además están cargados de actividades: campeonatos los martes de Pro Evolution Soccer, dardos y Mario Kart, vídeos musicales, proyecciones domingueras de películas (a partir de las 23:00), etc. Además, dejan el local a disposición de bandas de rock amateur para promocionar sus discos, organizan exhibiciones de guitarristas y celebran las fechas señaladas (Halloween, Navidad, Fallas…) siempre de un modo muy particular. Vamos, una auténtica pasada de sitio para quien se sienta atraído por el mundillo del heavy-​rock.
Recientemente, se ha hecho cargo del local «el chino Luis» (tal y como insiste en darse a conocer a sus clientes y allegados), un simpático barman oriental, dueño también del Capritx (bar que queda en frente, en la misma calle), el cuál ha reformado por completo algunos elementos del local como la barra, el proyector, los servicios o la videoconsola; siempre procurando no alterar la esencia básica del Alcatraz.
Recomiendo a todo buen amante del rock visitar este sitio. Especialmente un sábado por la noche (que es cuando más a rebosar está), para vivir un ambiente sano y muy ruidoso, musicalmente hablando. Por 10 € te llevarás un tanque de cerveza y una camiseta (siempre que queden de tu talla, claro).